La importancia de ser literales

Asperger y deporte

De todos es sabido que las personas con Síndrome de Asperger tienen buenas habilidades lingüísticas, en muchos casos pudiendo seguir una conversación sin mayores dificultades en lo que a aspectos formales se refiere (toma de turnos, seguimiento del tema, cambio del tema de conversación…. Especialmente si ha recibido una intervención explícita para manejar este tipo de conductas) pudiendo interaccionar con otras personas sin que sus dificultades se pongan en relevancia. Es por ello que muchas veces olvidamos que, aunque sus habilidades expresivas no están alteradas (aunque presentan también ciertas peculiaridades que deben ser trabajadas de forma explícita para mejorar esa conducta social en concreto) su comprensión del lenguaje es literal.

De esta forma, las expresiones no literales del lenguaje, las ironías, los dobles sentidos y todos aquéllos aspectos de nuestra lengua que implican ir más allá de lo que puramente expresan, suponen una dificultad añadida para las personas con Síndrome de Asperger. Esto cobra especial relevancia cuando se trata de personas que están en la infancia o juventud, donde la jerga (eres un manta, estás flipao, etc) está presente en todas las conversaciones y forman parte del día a día, por lo que será conveniente explicitar su significado a la persona con Síndrome de Asperger para que se pueda adaptar mejor en las situaciones en las que participe y aparezcan este tipo de términos. No consiste en evitar decirlos en nuestros comentarios, sino en ayudarles en la comprensión de los mismos, lo que mejorará su adaptación a los momentos en los que aparezcan.

Igualmente, aunque los adultos que conocemos las características de la comprensión del lenguaje de las personas con Síndrome de Asperger, en ocasiones nos dejamos llevar por nuestros estados emocionales, emitiendo frases hechas que pueden causar cierto desconcierto en las personas con Síndrome de Asperger y que pueden llevarles a no adaptarse de forma exitosa a esa situación. Este es el caso de un chico que en cierta ocasión me comentó que no entendía a su padre cuando le reñía y le decía “¿a ti esto te parece normal?”, pues al ser una pregunta, el chico le contestaba y la riña era aún mayor por parte del adulto. Estas cuestiones deben ser trabajadas de forma explícita, para fomentar una mejor adaptación a estas situaciones, explicitando cuál sería la conducta correcta a llevar a cabo, mejorando así el bienestar emocional de la persona con Síndrome de Asperger y por extensión, su calidad de vida y la de su familia.